Para poder entender cada concepto, hay que saber a que se refiere cada uno. Como ya hemos explicado anteriormente, Business Intelligence es un término genérico que incluye las aplicaciones, estructuras, herramientas y procedimientos que permiten un mejor acceso y análisis a la información para facilitar la toma de decisiones dentro de la empresa. Por su parte, el Big Data es el conjunto de datos de gran volumen, complejidad y velocidad de crecimiento, tanto estructurados como no estructurados, y que, una vez procesados, permiten una visión mejorada, la toma de decisiones y la automatización de procesos.
Dicho de otra forma, Big Data permite tratar un gran volumen de datos, tanto estructurados como desestructurados, y que se reciben a una velocidad muy alta. Una vez tratada esta gran cantidad de información, las herramientas de BI permiten realizar análisis predictivos y avanzados, para facilitar la toma de decisiones estratégicas en función de una predicción de comportamiento basada en datos reales. De esta forma, se reduce el umbral de error.
Business Intelligence y Big Data son, por lo tanto, complementarias. Ambas deben trabajar de forma conjunta para poder alcanzar unos resultados óptimos. Además, este tipo de herramientas son muy necesarias en cualquier empresa que vaya a afrontar un proceso de cambio. Sin embargo, a pesar de que se complementan bien, también tienen sus diferencias. Estas son las principales:
Business Intelligence es una forma sistemática que tienen las empresas para lanzar preguntas y obtener respuestas. Estas respuestas se basan en el conocimiento previamente acumulado. Big Data permite mirar más allá de la empresa y encontrar información de relevancia para la misma que, a simple vista y entre la gran cantidad de datos, podría parecer irrelevante.