La digitalización de cada vez más empresas pertenecientes al sector primario empieza a hacerse real en España. En la actualidad, el continuo avance de la tecnología hace necesaria esta transformación.  Las organizaciones buscan cada vez ser más competitivas y este es el medio para ello.

¿Qué es la digitalización y en qué consiste? La transformación digital se puede definir como la integración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa para cambiar su forma de funcionar. El objetivo es optimizar los procesos, mejorar su competitividad y ofrecer un nuevo valor añadido a sus clientes. Todo ello implica un cambio de mentalidad de los directivos y sus empleados.

En España hace unos años era impensable que empresas dedicadas al sector agrario español pudieran llegar a digitalizarse. Pero, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), este proceso es un gran reto para el sector agrario, con grandes oportunidades, pero también riesgos para el modelo de agricultura y alimentación español. Por otra parte, la Comisión Europa en la Comunicación afirma que “el desarrollo tecnológico y la digitalización permiten dar grandes pasos, por ejemplo, en el ámbito de la eficacia de recursos”. 

Las nuevas tecnologías aplicadas al sector agrícola y ganadero provocarán un cambio profundo a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, además, afectarán a la forma en la que se produce y en cómo se comercializa.

Este cambio no es un proceso inmediato ya que todavía hay varios elementos que dificultan la adopción de estas tecnologías. El incipiente pensamiento del agricultor, que no ve en estas inversiones un futuro beneficio, sino un riesgo, sumado a un elevado envejecimiento de la población agricultura, son obstáculos que la digitalización agroalimentaria todavía tiene que sortear. A esto hay que añadir la escasez de personal cualificado y el riesgo de dependencia de otros operadores de la cadena, entre otros. En definitiva, es el miedo a la pérdida de control del agricultor sobre las decisiones más relevantes que conforman la actividad agraria el que imposibilita dicha evolución en el sector.

A pesar de esto, la digitalización en el mundo agrícola comienza a suceder. Empresas dedicadas a este sector se lanzan a la piscina y apuestan por compañías como Bluumi, especializada en la creación de software, apps e inmersa en la aplicación de tecnologías como blockchain, realidad aumentada, inteligencia artificial o bigdata.

Nieves Jiménez, directora de cuentas en Bluumi expone que “estamos trabajando en una aplicación móvil para una empresa del sector agrario que optimiza la gestión de recursos y operaciones, con funcionalidades destinadas al análisis de datos de almacén, reporte del estado del campo o muestrario de portfolio de productos, en este software utilizamos tecnologías como Blockchain que nos permite una trazabilidad securizada al más alto nivel».

En conclusión, la transformación digital del sector agrícola ya no es opcional. Aunque todavía es una cuenta pendiente, cada día se hace más tangible y pronto se podrá hablar de una digitalización íntegra.