La ciberseguridad es cada vez un tema de mayor importancia en la tecnología, para las empresas y para los usuarios que la consumimos.
Antes de empezar definiremos en que consiste la ciberseguridad. Esta consiste en proteger los servidores, los dispositivos móviles, los sistemas electrónicos, las redes y los datos de ataques maliciosos. También es conocida como la seguridad de tecnología de la información.
¿Cuáles son las amenazas más comunes?
Los ataques informáticos están a la orden del día, podemos decir que existen varias amenazas que son comunes y habituales. ¿Cuáles son y en qué consiste cada una de estas amenazas?
- Ciberguerra: En este contexto, se intenta recopilar el mayor número de información posible y datos relevantes que puedan comprometer, a una persona influyente, a una empresa importante, a un partido político o al gobierno.
- Ciberterrorismo: En esta ocasión, la finalidad es diferente, ya que el objetivo es asustar a los ciudadanos. Uno de las grandes preocupaciones es la perdida de los datos de los usuarios y provocar el caos.
- Cibercrimen: Esta es una de las amenazas más comunes y la que más se suele producir. A través de ella, los hackers acceden a sistemas informáticos protegidos, tomando el control de dispositivos concretos e intentan obtener ganancias financieras al solicitar cantidades económicas a cambio de su liberación.
Fases de la ciberseguridad
Protegerse ante estos peligros implica llevar a cabo procesos de seguridad y, para hacerlo, hay que conocer las fases en las que aplicarlos. Podemos dividir el proceso en las siguientes fases:
- Prevención: El primer paso siempre es la prevención. Para ello, debemos informarnos de todo lo que puede ocurrirle a nuestro sistema. Definir las posibles amenazas y cuáles serán las medidas en caso de vernos afectados. Es muy importante que los empleados estén preparados para actuar en el caso de algún ataque y, de esta manera evitar que pueda ir a más.
- Localización: Después de prevenir, en el caso de haber sufrido algún tipo de problema, habrá que localizar de dónde proviene el problema. La herramienta para esto es disponer de un buen programa antivirus que nos ayude a detectar el ataque en tiempo real y, de esta manera poder concentrarnos en él de inmediato. Para intentar reducir en la medida de lo posible este problema, hay que resolver las vulnerabilidades de nuestro sistema y realizar una monitorización de manera continuada.
- Reacción: Una vez localizada la amenaza, tendremos que resolverla y, lo ideal, es seguir los siguientes pasos. Desconectaremos los equipos de la red e instalaremos un antivirus. Después, realizaremos un análisis del sistema y cambiaremos todas las contraseñas. Es muy importante llevar a cabo una limpieza a fondo del sistema para comprobar que no existe ningún tipo de peligro.
Hemos podido comprobar que la ciberseguridad es uno de los aspectos más esenciales, no solo para las empresas, sino también para los propios usuarios. ¿Qué opinas al respecto? Te leemos en los comentarios.