A lo largo de la historia hemos ido viendo como la tecnología cada vez desempeña un papel más importante en nuestras vidas. Tanto es así que a día de hoy podemos pagar con tecnología en vez de con dinero en metálico o con tarjetas de créditos.

En 1959, se emitió por primera vez la tarjeta de crédito con un cierto límite de cantidad de dinero. Para los usuarios poder pagar con ellas, debían de llamar a un centro autorizado y estos autorizar dicha transacción. Este proceso ralentizaba la compra y hacía que en multitud de ocasiones la compra no se efectuara.

Pasado un tiempo, este complejo proceso se reemplazó gracias a los avances tecnológicos y apareció el sistema NFC. Ahora los usuarios para poder pagar simplemente debían de acercar sus tarjetas a los lectores del datáfono y de esta manera gracias al contacless se efectuaría el pago.

Pero la tecnología ha ido más allá y continuamente se va reinventando ofreciéndonos grandes oportunidades y beneficios.

Tras la aparición del contacless, llegó un nuevo avance. Ya no hace falta ir a comprar con el teléfono y la cartera, ahora ya puedes realizar cualquier tipo de pago simplemente llevando tu dispositivo móvil.
Esto es posible gracias al chip NFC, que mediante el vínculo con la app de tu banco simplemente acercando el dispositivo al TPV se va a realizar el cobro. Este chip lo podemos encontrar en varios dispositivos electrónicos como por ejemplo los relojes inteligentes.

Hoy en día hay varias innovaciones tecnológicas, que aseguran que pagar literalmente con la palma de tu mano ahora es posible. Pero ¿hasta dónde va a llegar la tecnología?

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